jueves, 14 de julio de 2011

Reflexion

Hay que hacer un tiempo para reflexionar, de día, durante la tarde o mismo a la noche...claro, ese momento donde el sol cae y la luna es el símbolo perfecto para poder contemplarla y pensar, aunque sea cinco minutos, siempre hay un buen momento para hacerlo. Hoy me toca a mi, justo en este ínterin donde me siento y busco respuestas absurdas, tontas, respuestas sin ningún fin, sin trayecto. Cada vez que intento regresar a ese momento de levitación, bajo de un hondazo...sera porque no creo tanto en mi mismo, yo mismo me pongo obstáculos y todas esas barreras que bloquean mi mente, mi camino. Intento pero no hay solución, insisto como nene en pidiendo un chocolate, pero no, vuelvo a chocar conmigo mismo. Poco a poco me voy dando cuenta de los errores que cometo por ser ansioso, por querer todo YA, en este momento..y asi sigo, viviendo el momento...pero sin poder entender sobre todo aquello que me conmueve, aquello que toca la puerta de mi corazón para poder ingresar esas sensaciones que erizan la piel, que me calla y quedo inmóvil...
Luego, vuelvo a empezar..


Hasta luego!

miércoles, 13 de julio de 2011

Rayuela

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujandola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre si, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultaneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

Hasta Luego!